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Tratamiento de la madera – Xilófagos
INSECTOS XILÓFAGOS DE LA MADERA
Los elementos de madera que conforman nuestras viviendas sufren una degradación con el paso del tiempo.
Hay muchos agentes causales, desde la radiación solar, la humedad, el fuego, diferentes agentes químicos, los hongos, algunos insectos y otros animales de forma menos sistemática.
A su vez las diferentes especies de madera tienen un comportamiento dispar frente a estos agentes. Características como la “Durabilidad”, la “Impregnabilidad” o el espacio y función que desempeñen dentro de la vivienda (Clase de uso) son algunos parámetros que determinan cómo se degradará la madera.
Es “Un Mundo” lo que madera en las construcciones engloba.
Hoy solo hablaremos de “Un Continente”: los insectos xilófagos de la madera. Y, dentro de estos, solo damos unas pinceladas sobre los más importantes en el área mediterránea.
Una clasificación
Coloquialmente hablamos de carcomas o de termitas. A veces esta distinción no queda clara para todas las personas.
Los principales insectos xilófagos se pueden clasificar en insectos de ciclo larvario e insectos sociales según este pequeño esquema.Bajo el grupo de insectos de ciclo larvario englobamos algunos Coleopteros o carcomas, para el público en general. Los insectos adultos se parecen a los escarabajos de los que todos tenemos una imagen formada.
Dentro de los insectos sociales están las termitas. Su aspecto es parecido al de hormigas blancas, aunque estén lejos de ellas y más emparentados con las cucarachas.
- Carcomas.
Hemos clasificado los insectos de ciclo larvario como pertenecientes al orden de los coleópteros. Dentro de este orden existen varias familias, cada uno con un nombre común distinto, pero que englobaremos dentro de las carcomas.
Son las larvas las que producen el daño en la madera, excavando galerías. Cuando llega al final su ciclo como larvas empupan cerca de la superficie de la madera y, al desarrollarse en adultos, solo han de salir al exterior. Los adultos tienen una “función” reproductora por lo que no son los causantes principales del deterioro.
- Termitas.
De organización social, las termitas se agrupan en grandes comunidades con una división en varias castas: obreros, soldados y reproductores. Su s diferencias no solo son de comportamiento sino también morfológicas.
En nuestras latitudes podemos encontrar dos tipos de termitas: termitas de madera seca y termitas subterráneas. Ambas tienen sus características y comportamientos definitorios.
- Daños y tratamientos.
Los diferentes tipos de carcomas y las termitas provocan daños en las estructuras de madera, en muebles, en suelos de madera, en techos, en artesonados, en obras de arte, en piezas de coleccionismo, etc. Todos conocemos casos de vigas atacadas por termitas que han sido sistemáticamente destruidas y que ponen en peligro la seguridad estructural de una construcción; o muebles que presentan un aspecto con múltiples orificios de salida y restos parecidos al serrín en el suelo.
En el caso de las carcomas, cuando somos capaces de detectar su presencia la mayor parte del daño ya está hecho. La plaga pasa desapercibida para nosotros mientras genera los daños.
En el ámbito domiciliario si descubrimos indicios de carcoma, como es la presencia de agujeros de salida y serrín, hemos de determinar si sigue existiendo actividad o no. Lo mejor que podemos hacer es consultar con una empresa experta.
Para las termitas subterráneas el caso es aun más preocupante. La presencia de indicios generalmente se manifiesta después de mucho tiempo de infestación.
Solo comentar que existen diferentes técnicas para tratar cualquiera de estos insectos xilófagos. La elección de una u otra dependerá del agente causante y del elemento atacado. Los tratamientos han evolucionado mucho en los últimos años y hoy se consiguen cotas de éxito impensables hace años.
En cualquiera de los casos el tratamiento ha de realizarlo una empresa experta con un técnico especializado en el tratamiento de la madera (TP8) con la supervisión de un responsable técnico, ambos con la formación necesaria en el uso de biocidas.
Antonio García Tejero
